Autor: Khessia Mamani
Tupah (Paolo Vargas) es un lustrabotas paceño que en un día común, en la esquina de encuentro de sus amigos, recibe la propuesta de un empleado del gobierno. Su tío Jacinto (Adolfo Paco) es solicitado para tocar con su banda Fusión Los Andes en el entierro de un militar. Así los 200 bolivianos son los que le convencen para ir a buscarlo. Jacinto lleva días sin ser localizado; él está en el Averno, un submundo, el Manqha Pacha en la mitología andina. Ir al Averno no es fácil, solo un corazón tenaz y persistente llegará al final. El bien y el mal en su estado más puro se visten de diablas, cholas paceñas elegantes y altivas, pandilleros, almas en pena y unos personajes más misteriosos que otros.
En su trayecto Tupah descubre otro mundo, uno invisible. El Manqha Pacha adopta la forma de bares inundados con cerveza, de calles oscuras y peligrosas, de salones de pelea donde se juega la vida misma, de prostíbulos, de oficinas donde no debes tomar un trago de lo que te ofrecen. Este camino de una sola noche, está plagado de míticos personajes andinos y amazónicos, todos dueños de su ambiente solo imaginados en el inconsciente colectivo ayudaran a Tupah y lo orillaran a que él se encuentre antes que a Jacinto; pues en el caminoTupah ira descubriendo su propio valor. Este mundo tan real como los 200 bolivianos que recibió.
El director hace que personajes como el Larilari (Alejandro Marañon) o el Anchancho (Freddy Chipana) hablen. Sus diálogos ayudan a la reconstrucción de este mundo infestado de paradojas, esos chistes del Anchanchoo las preguntas del mismo diablo envueltos en seducción para firmar un contrato mortal.
La película se mueve de una locación a otra. Es un movimiento continuo con el personaje principal, donde el cuidado de los detalles enriquece a la narración. Sin embargo, el crecimiento personal de Tupah es mínimo. Al final, no se encuentra con una transformación a pesar de transitar en una noche plagada de míticos personajes.
Bajo la dirección de Marcos Loayza quien es también el autor del guion. Fruto de una ardua investigación, el director hace una exploración hacia la mitología andina, reconstruye en base a textos y relatos orales los rostros y las formas de sus personajes. La fotografía está a cargo de Nelson Wainstein con la producción de Alma Films y Santiago Loayza. En el reparto se encuentran artistas como: Paolo Vargas, Rosa Ríos, Fred Nuñes, Marcelo Bazan, Lía Michel “Tica”, Percy Jiménez, TotoTorrez, Leonel Franchese, Luigi Antezana, Sidney Sánchez, Adolfo Paco, Raúl Beltrán, Patricia García, Alejandro Marañon, Miguel AngelEstellano, Álvaro Gonzales, entre otros.
La película comienza en un sueño; uno verde, frondoso, un campo amazónico donde la serpiente está presente como símbolo de puerta, en la cultura andina, que da una pista sobre lo que descubrirás en el camino hacia el Averno.
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