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Marcos Loayza: “Estar detrás de cámaras es una actitud”
Por Mónica Oblitas Zamora - Los Tiempos - 25/12/2015
Marcos Loayza: “Estar detrás de cámaras es una actitud”. Fotos: Archivo Marcos Loayza - Los Tiempos
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CINEASTA | ES UNO DE LOS DIRECTORES MÁS IMPORTANTES NO SOLO DE BOLIVIA SINO DE LATINOAMÉRICA, Y BAJO SU DIRECCIÓN SE HAN CREADO IMPORTANTES OBRAS QUE SE ATESORAN EN LA CINEMATOGRAFÍA DEL PAÍS.
Se podría decir que el director de cine Marcos Loayza está pasando una de las mejores rachas de su vida, tanto artística como personal. Está filmando el proyecto más ambicioso de su carrera, “Arcano Katari, el secreto de la serpiente”, acaba de recibir un premio por este guión que le permitirá darle el impulso económico al proyecto, y en su vida personal se declara feliz. Se podría decir entonces que no le hace falta nada, sin embargo Marcos Loayza es uno de los artistas más inquietos que tiene Bolivia, y una persona que lleva dentro los personajes que crea, la gente que lo inspira, las historias con las que trabaja todo el tiempo hasta convertirlas en imágenes que se concatenan y que luego se proyectan en la pantalla. Su timidez puede engañar, porque si bien es un hombre de pocas palabras, tiene un mundo dentro que lo hace un artista absolutamente prolífico. Y una persona absolutamente interesante.
OH!: ¿Qué encontramos haciendo a Marcos Loayza?
Ahora estoy haciendo, contra viento y marea, una nueva película, un caro proyecto que empezó a gestarse en 2003 y del que falta todavía mucho por hacer y por crear. El proyecto más deseado, por varias cosas, es esta película que ahora estoy filmando. Siempre uno piensa que la última película y la próxima será la mejor, pero en este caso, por las dificultades y la complejidad narrativa, así como el hecho de encarar una comedia radical, que no se encasilla en ningún género, donde abordo cosas que nunca antes había hecho; hacen de esta película un proyecto muy especial que, creo para bien o para mal, marcará mi carrera.
OH!: ¿Cuánto tiempo te ha tomado volver a estar detrás de cámaras para un proyecto tan grande?
En realidad detrás de cámaras siempre estoy, porque estar ahí es una actitud, una manera de ver las cosas; la vida lo pone a uno en un lugar donde ves las cosas desde un ángulo inusual, a veces insignificante y otras privilegiado, no para protagonizar las cosas, sino más bien para leer a sus protagonistas. Siempre ando haciendo cosas audiovisuales, como documentales, comerciales y otras cosas, pero mi última película de largometraje de ficción fue “Las bellas durmientes”, en 2012.
OH!: ¿Cómo ha sido internarte en la selva y vivir un tiempo con los indígenas de la Amazonia boliviana para “Arcano Katari…”?
A lo largo de mi vida tuve la suerte y oportunidad de conocer desde dentro a diversos pueblos indígenas, pero ahora primera vez compartí con pueblos amazónicos y lo que me impactó de verdad fue comprobar cómo han desaparecido, o están por desaparecer, pueblos enteros con su lengua, su cultura, manera de ver la vida: es ser testigo de cómo la humanidad pierde parte de si, como si nada pasara, como si a nadie le importara… Es muy triste.
OH!: ¿Qué te ha enseñado esa experiencia?
Ellos tienen una manera totalmente diferente de entender el espacio y la vida, tener el rio al lado y todo lo que necesitan cerca, hace que su visión sea diametralmente opuesta a la nuestra: ellos tienen a la selva como su casa. Es difícil de explicar hasta que uno está ahí.
OH!: ¿En qué lugar de tu vida estás ahora?
Mi vida está en un lugar sereno y feliz.
OH!: ¿Afecta tu vida personal a tu inspiración o se mantiene aparte?
Claro que sí. Mi entorno y la gente que amo y que tengo cerca me inspiran y me dan fuerza.
OH!: ¿Qué dirías que te falta y qué que te sobra?
Me faltan muchas cosas y soy consciente de ello, cosas que no tengo, y sobre todo tiempo y medios para hacer las cosas que imagino hacer. Y me sobran, gracias a la vida, ideas y cosas para dar, además de un humor de la peor de las malas leches que casi siempre no lo comparto por pudor.
OH!: ¿Qué inspira y qué no a Marcos Loayza?
Me inspiran los pequeños detalles que tiene la gente sencilla que descubre, sin proponérselo, su grandeza; que muestra lo mejor que tienen las personas; la gente que lucha de manera silenciosa por sus sueños, la lucidez de algunos pensadores. Me inspiran quienes se enfrentan a cualquier tipo de poder y sufren sus consecuencias, y me desmotivan quienes se rinden al poder, pero sobre todo me desmotiva la mentira, de cualquier tipo. Es increíble el poder inmenso que tiene una mentira para matar cosas bellas.
OH!: ¿Se buscan las historias? ¿Aparecen por si solas?
Para tener una buena historia, una que valga la pena contar, se requiere haber dejado en el cajón docenas de otras historias y con la que te quedas la piensas, y convives con los personajes y sus situaciones por muchas horas, semanas y meses; de ahí viene la parte más sencilla que es ordenarla y ver cómo será el principio, el medio y en fin, buscar el tono, ser capaz de escribir semillas que deberán germinar en árboles en la puesta en escena, y de ahí intuir la capacidad de ofrecer imágenes poderosas y conseguir densidad dramática.
En ese proceso a veces te das cuenta que la historia que tienes entre manos, no reúne todas las condiciones y tienes que volver a empezar de cero, es un proceso largo, solitario y muy fecundo que dura más de un año.
OH!: ¿Cómo es el proceso creativo de Marcos Loayza?
No creo que haya un proceso creativo, sino creo que se es creativo o no. La gran mayoría de la gente mata, muchas veces sin quererlo, ese lado de su ser y prioriza otras cosas. Creo que la creatividad exige sobre todo libertad, plasticidad y mucho trabajo; por eso es tan raro ver un dogmático creativo. Creo que es difícil crear cuando uno tiene preocupaciones. Y para crear a mí hay cosas que no me pueden faltar, cierta gente… y chocolates.
OH!: Entonces, si no es un proceso creativo en sí, ¿Cómo hacer para que esa creatividad se traduzca en algo tangible y cercano al otro?
Para ordenar la creatividad solo hace falta enfocarse en algo que te apasiona: al cabo de mucha persistencia las cosas aparecen. Además las cosas deben ser sencillas, no rebuscadas. Simples, no artificiales. Muchas veces no son las más brillantes, pero siempre son únicas y mías.
OH!: ¿Alguna otra cábala creativa?
Tengo siempre a mano una agenda que es una especie de bitácora de las ideas y sentimientos, ahí anoto y dibujo muchas cosas inconexas, difíciles de entender, que tienen la virtud de que mañana me servirán. Son agendas donde colecciono genes de ideas valiosas, metáforas, estructuras, frases, piedras miliares, cárcolas plásticas.
OH!: ¿Qué consejo le darías a quienes están comenzando en la carrera del arte?
Es difícil dar consejos cuanto me falta tanto, pero creo que hay dos cosas que sí ayudan mucho a un artista, una es la ambición de la excelencia, y la otra es la perseverancia.
OH!: Si pudieras, ¿Qué cambiarías de ti?
Cambiaría tantas cosas, muchísimas cosas, pero de a poco. Debe ser alucinante amanecer y cada día tener dentro algo diferente, y disfrutar de esa sorpresa, poder presenciar el propio crecimiento. Como uno siempre comete muchos errores, sería lo máximo que esos cambios puedan ser reversibles. ¿Se imaginan? Pero a ver: Cambiaria mi pesimismo radical, mi timidez, mi silencio persistente, mi hígado. Cambiaría de oficio.
Perfil
Marcos Loayza
Nació en 1959 en La Paz. Estudió cine en la Escuela Internacional de Cine y Video de San Antonio de los Baños, Cuba. “Cuestión de fe”, es su primer largometraje. También ha dirigido “Escrito en el agua”, “El corazón de Jesús”, “El estado de las cosas” y “Las bellas durmientes”. Ha recibido varios premios, el último el de la categoría largometraje de ficción de la tercera versión del Fondo Concursable Municipal de Fomento Cinematográfico de La Paz.
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